"But sanctify the Lord God in your hearts: and be ready always to give an answer to every man that asketh you a reason of the hope that is in you with meekness and fear:" 1 Peter 3:15 (KJV)
Como las hojas caen de los árboles insignificantemente ya secas, usadas y luego son pisoteadas por el mundo, así se siente mi alma en este día. La tristeza se apodera de mí ser, mi corazón experimenta gran quebranto.
¿Hasta cuándo durará esta batalla? ¿Hasta cuándo tendré que convivir con este dolor? Mi rostro sonríe; todos creen que todo anda bien; mas como golpes constantes al cuerpo del boxeador, como las olas fuertes contras la roca, así voy decayendo cada día.
Las tormentas han venido a la residencia de mi mente; las más dolorosas son las que yo he causado con mi estupidez, irresponsabilidad y por darle la espalda a la sabiduría.
¡Ayúdame mi Dios! Tú que eres mi redentor, mi castillo y mi fortaleza. ¡Sin Ti ya no puedo más! Sin Ti mis piernas ya pierden su fuerza para caminar por el sendero de los sueños y la esperanza. Mi caminar se vuelve lento como el caminar en la arena desértica de los que van perdiendo sus vidas.
El calor del día derrite mi valentía y mata mi anhelo. El frío de la noche me aterroriza y reta las pocas gotas de fe que me queda. El frío ha abandonado el invierno del norte, los veranos han perdido su calor; las hojas de otoño rehúsan cambiar de colores y las flores no llegaron a adornar la primavera.
La luna ha abandonado mis noches y el sol ya no alumbra en mis días. El vino de la copa que se me ha dado a tomar es amargo como la amargura de los rebeldes. Como una avalancha que viene hacia mí, veo mis días ya contados. Como un tenebroso tsunami veo la destrucción de mi futuro. Oh Jehová, ¿Dónde estás? ¿Valdrá todo esto la pena? ¿Contará mi vida para algo? El dolor comprime mi corazón; ya contemplo la bandera blanca.
¿Cómo salir de la obscuridad de estos momentos? Tú que lees estas palabras sabes el peso que se siente ante tanta tristeza y cansancio. Mas luego miro la cruz del que salvó mi alma y veo el corazón del Padre mientras la fuerza del Espíritu Santo me levanta del fango de mi lamento.
Dios no se ha rendido; Dios no ha terminado su obra conmigo. Hoy, querido hermano y hermana, quizás te encuentres en un desierto de dolor en donde las únicas aguas son tus propias lágrimas, mas como Dios me ha dicho a mí en este día, declaro estas palabras sobre tu vida:
“Dios no ha terminado Su obra contigo.” Toma hoy del manantial de las palabras de vida que son derramadas del trono de Dios y abre tu corazón…Dios no ha terminado Su obra contigo.
An independent thinker with a profound call to see the orthodoxy of the church and passion for Christ manifesting together. Angel was born in Brooklyn, New York in April of 1968, he was raised on the beautiful island of Puerto Rico where he earned his B.S. degree in Sociology with a minor in Education from the Inter American University in San Germán in 1991. That same year he moved to Jacksonville, Florida. After working construction jobs for a year and learning the English language, his first job working with foster-care children in the capacity of youth care worker was with Jacksonville Youth Sanctuary in September of 1992. With JYS he was promoted several times as group home supervisor, legal caseworker, and program director.
While in Jacksonville, Angel studied a couple of martial arts styles. After earning his black belt, he became the founder of Good Fight Ministries as he used martial arts as an instrument to preach the gospel. In 2004 Angel was selected Martial Arts Instructor of the Year for the State of Florida and in 2005 Angel was inducted in the USA Martial Arts Hall of Fame where he also received the Christian Spirit Award. In July of 2005 Angel accepted his call to pastor a bilingual church in Winton, NC where he served for a couple of years. Five months later he lost his first wife to cancer in December of that same year. This initiated a deep valley of suffering in his life, a mountain of costly mistakes and the embracing of lifestyles of sin that are well documented through this blog.
In August of 2012 Angel moved to Fairbanks Alaska with his wife Rayette Casiano and six children who are now adults. In Alaska, Angel continued his social work-related career and his ministry of preaching, teaching and writing. Angel is the author of two books, Hope for the divorcee: Forgiving and Moving Forward and 7 Banderas de Esperanza: La Bendición de Yokdzonot.
In January 8th of 2020 Angel and his wife moved to Arizona. On June 8th 2021 Angel started his home church, not as a starting point, but as a closer way to how the church is suppose to look like according to Scripture.
View all posts by angelcasiano