La doctrina; eso es, lo que se enseñaba, eso es, la Palabra de Vida de nuestro Señor Jesucristo, que se manifestó a través de Moisés, los profetas y, a través de las melodías y preciosas letras de los Salmos, está al centro de lo que la Iglesia original aprendió y, a su vez, de lo que nosotros estamos llamados a aprender hoy y siempre.
La doctrina, eso es la Palabra que se hizo carne a través de nuestro Señor Jesucristo, quien canonizó el Viejo Testamento y quien nos dio sus propias y directas palabras, no se escribieron para ser ignoradas; son el dibujo de lo que nuestras vidas están supuestas a reflejar.
Ese mensaje… ese mensaje poderoso que el mundo rechazó y continúa rechazando; ese mensaje que el mundo tuerce, que el mundo mezcla con mentira y confusión, aún en púlpitos y salas de casa de Cristianos; ese es el mensaje que se respalda con poder de Dios para salvar almas, para romper maldiciones, arrancar iniquidad, perdonar rebeliones y pecados, redimir, transformar, sanar enfermos y liberar a los cautivos. A Tito, Pablo le ordena específicamente, “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.” Tito 2:1 (RVR 1960)
Fíjese hermano ministro, que no estamos llamados a inventarnos nada; a enseñar nuestras opiniones u opiniones de hombres; el mandamientos es claro “habla lo que está de acuerdo a la sana doctrina.”
Entonces la pregunta debe ser ¿Qué es la sana doctrina? Lo que amo de la Palabra de Dios es que, aunque no lo entendemos todo, hay ciertos temas que Dios ha hecho muy claros, la Sana doctrina es uno de esos temas.
No tenemos que inventar nada o asumir que es esto o aquello. La Sana Doctrina se encuentra bien definida a través de toda la Escritura. Mas Tito capítulos 2 y 3, como otras porciones de la Biblia, contesta esta pregunta en detalles. La sana de doctrina es un patrón de conducta que va más allá de nuestras opiniones y culturas. No es una religiosidad externa, sino que fluye del corazón del hombre cristiano en su amor por la santidad de Dios. Hermanos, la sana doctrina no es una hopicrecia, ni intentos de ganarnos la salvación y el amor de Dios mediante obras, más una respuesta natural de hijos que desean demostrar su amor por Dios mediante la obediencia a lo que El establece como verdad y mandamiento.
Titos 2:2-15
2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.
3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien;
4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
9 Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones;
10 no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
Titos 3
Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
2 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
9 Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,
11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.
Fíjense hermanos que dejé que la Biblia misma les hablara a través de Tito Capítulo 2 y 3. El mensaje es claro y, si te tomas el tiempo para leer estas cartas apostólicas te darás cuenta que los apóstoles se enfocaron en enseñarles al pueblo a amar a Dios y amar al prójimo; ese el corazón de la ley.
Tito 2:8 me da la conclusión sobre todo este asunto que he venido tratando en este artículo cuando Pablo nos afirma que, “Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.” (RVR 1960) Somos ministros de un Dios bueno, cuyo mensaje es bueno y útil para transfórmanos y para transformar a otros… en el Nombre de Jesús.
Que Dios te bendiga… tu hermano y amigo, Siervo Angel Casiano.