Para aquellos que continúan minimizando la autoridad de la Palabra de Dios y le dan sinónimo demoniaco a los que aman la sana doctrina, hoy tengo Palabra para ti.
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Primera de Timoteo 6:3-5 (RVR 1960)
Mas aún con la evidencia de estos versos, existe un grupo de ministros que nos continúa describiendo como legalistas por nuestro compromiso de honrar la Palabra de Dios. Hermanos, la sana doctrina existe; no es un invento de hombre. Es importante hacer el punto de que el ateo no es el problema, éstos han hecho clara su posición. El problema son los que están dentro de nuestras congregaciones, activamente enseñando cosas que no son bíblicas como si fueran verdades de Dios. Primera de Timoteo 4:1 nos dice, claramente,
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; (RVR 1960)
He escuchado decir que en los tiempos de la gloriosa iglesia original, solo el cinco por ciento de los miembros de la Iglesia sabía leer. Entonces añaden que, dicha Iglesia dependía básica y exclusivamente del Espíritu Santo. Establecen argumentos en contra de la validez de la Palabra.
Déjame establecer que no tengo ningún tipo de problema con que tengamos dependencia en el Espíritu Santo; por favor no distorsionen mi argumento en contra del suyo. Precisamente la realidad de la dependencia que debemos todos tener en el Espíritu Santo es lo que hace de estos argumentos efectivos y la razón por la cual pueden engañar a tantos en la Iglesia. Eso se deben a que los mensajes de doctrinas torcidas, siempre cargan verdad. Mas esa verdad esta mezclada con mentira. Hermanos, Satanás sabe que èl no se puede presentar ante el pueblo de Dios como Satanás, sino como Ángel de Luz. En Segunda de Corintios 11:13-15 el Apóstol Pablo nos dice,
Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (RVR 1960)
Añaden y hacen argumentos apasionados para justificar que todo lo que la Iglesia necesitó para ser tan gloriosa, fue una sumisión total al Espíritu Santo sin necesidad de la Palabra, ya que, después de todo, el 95 por ciento de los hermanos y hermanos de ese tiempo era analfabeta… según ellos. Dicho argumento es débil y una falta de respeto a la Palabra de Dios.
Nada le quitó al Espíritu Santo; sin Él no somos salvos y no tendríamos nunca revelación; pero tampoco le quitó autoridad a la Palabra de Dios. No podemos divorciar al Espíritu Santo de la palabra inspirada por El mismo.
Si tomamos como verdad que el 95 de los miembros de la Iglesia no sabía leer, Pablo mismo mata el argumentó que intenta justificar este nuevo evangelio liberal. Segunda de Tesalonicenses 2:15 nos dice:
“Así que, hermanos, estas firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por Palabra, o por carta nuestra.” (RVR 1969)
No importa si la persona sabía leer o no, lo cierto es que el mensaje fluía y penetraba para transformar el espíritu y el alma del hombre.
Continúa para la conclusión de este mensaje… La Sana Doctrina 2
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