La depresión es la combinación de la tristeza y la melancolía. Estos dos sentimientos a la larga producen el mencionado mal de la depresión. Cuando insistimos en declarar una visión triste del mundo, cuando somos víctimas de relaciones rotas y el perder algún ser querido o algo de valor, da lugar y abre puertas a este mal de la depresión.
La persona que sufre de depresión manifiesta un carácter irritable, disminución del interés y placer de las actividades, falta de sueño, falta de energía y mucho sentimiento de culpa. A la larga, lamentablemente, también puede manifestar pensamientos de suicidio.
Clínicamente, la ciencia busca resolver estos problemas mitigando esos sentimientos con fármacos, pero su origen es espiritual. Veamos sus nombres: Depresión, nombre científico. Quebranto: nombre espiritual. (2 de Samuel 22:19, Salmo 18:18, Nehemías 2:2 y Job 21:17) Desventura: (Romanos 3:16 y Apocalipsis 3:17) Abatimiento: Salmo 136:23, Proverbios 18:12 Lamentaciones 3:19 y Miqueas 6:14.)
Esta enfermedad tiene su origen en la desobediencia. El desobedecer produce ruptura, quebrar algo, desunión, en el huerto del Edén Dios dio instrucciones de no comer del Árbol de la ciencia del bien y el mal. La desobediencia a este mandato trajo ruptura y quebrantamiento por eso en Hebreos 4:11 dice procuremos entrar en su reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Reposo sinónimo de descanso, tranquilidad felicidad.
El recurso que se usa para no tener esta enfermad es la OBEDIENCIA. Cuidar el huerto es cuidar nuestra relación a diario con Dios y si no lo hemos aceptado pedirle que entre a nuestro corazón. Descuidar es relación es ruptura, es rompimiento. La obediencia Dios y a su Palabra, nos permite estar dentro del huerto. La labranza es nuestra relación con Él a solas; cuando esto no se da la depresión entra.
Recuerda ser obediente, las personas que practican la desobediencia dan lugar al quebranto (Depresión). Un abrazo su amigo pastor: Andrés Briceño .
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