En el Paraíso Satanás traicionó a Dios y convenció a otros ángeles a que lo siguieran.[1] En Génesis 3 Adán y Eva, influenciados por la serpiente (Satanás), afectan la creación dramáticamente al permitirle entrada al pecado. Debido al pecado de Adán y Eva le dimos entrada a la muerte y las puertas del Edén le son cerradas al hombre. En Génesis 6 Dios fue testigo de la iniquidad de iniquidades; en Génesis 6:1-7 la Biblia describe dicha iniquidad,
Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y tuvieron hijas, 2 los hijos de Dios, viendo que las hijas de los seres humanos eran hermosas, tomaron como mujeres a todas las que quisieron. 3 Entonces el Señor dijo:
— No voy a permitir que mi aliento de vida esté en el ser humano para siempre, porque él no es más que un simple mortal. Así que la duración de su vida será de ciento veinte años.
4 En aquellos tiempos —cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los seres humanos y tuvieron descendencia con ellas—, e incluso después, habitaban la tierra gigantes. Ellos fueron los famosos héroes de los tiempos antiguos.
5 Y viendo el Señor que la maldad del ser humano crecía sin medida y que todos sus pensamientos tendían constantemente al mal, 6 le pesó haber creado al ser humano sobre la tierra. Entonces, con dolor de corazón, 7 dijo:
— Voy a borrar de la superficie de la tierra al ser humano que he creado, y también a los animales, reptiles y aves del cielo. ¡Cómo me arrepiento de haberlos creado! La Palabra (Hispanoamericana)
Este ataque corrompe al ser humano, no tan solo en términos de iniquidad, pero también genéticamente. El hombre, las plantas y los animales son corrompidos. Cuando vemos a los hijos de Israel en su conquista de la tierra prometida, observamos mucha evidencia bíblica de batallas en contra de estos gigantes. Es importante entender que cuando Dios ordena el matar a todo hombre, mujer, niños y animales, aunque parezca cruel, Dios estaba utilizando al hombre para exterminar a estos gigantes demoniacos. Primera de Samuel 15:3 nos dice,
Por tanto, ataca a Amalec, consagra sin miramientos al exterminio todas sus pertenencias y mata hombres y mujeres, muchachos y bebés, vacas y ovejas, camellos y asnos. La Palabra (Hispanoamericana)
Los Amalec eran parte de la raza de estos gigantes. En Números 13 Moisés envía 12 espías a explorar la tierra prometida. Al regresar este fue su informe,
La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Todo la gente que vimos en ella es de gran estatura; 33 también vimos allí nefilitas, (los descendientes de Anac provienen de los nefilitas). Nosotros, a su lado, teníamos la impresión de ser como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos. Números 13:32-33 La Palabra (Hispanoamericana)
Esto fue un intento exitoso de contaminar la raza humana y de anonadar el plan de Dios. Recordémonos que en Génesis 3:15, después de la traición de Adán y Eva Dios le dice a la serpiente,
Pondré enemistad entre tú y la mujer,
entre tu descendencia y la suya.
Su descendencia te aplastará la cabeza,
y tú le morderás el talón.
Esta es la primera referencia al evangelio. La descendencia de la mujer de la cual se habla aquí es Cristo y sus escogidos. La descendencia de la serpiente o satanás son los ángeles caídos, los dioses que traicionaron a Dios y estos nefilitas (Gigantes). Hoy día, estoy convencido, de que existen versiones de estos monstruos; pero creo que su apariencia física no es de gigantes; ellos se parecen mucho mas a ti y a mi. Parecen seres humanos normales, pero no lo son, son personas poseídas por estos espíritus nefilitas. Lamentablemente el sufrimiento de Dios no terminaría ahí.
Continúa…
[1]https://www.biblegateway.com/passage/?search=Isaiah%2014%3A12%2CEzekiel%2028%3A16%2CRevelation%2012%3A7-9&version=NKJV
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