Todas las naciones del mundo traicionaron a Dios. En Génesis 10 Dios divide al mundo en 70 naciones y las puso bajo el dominio de dioses creados por El mismo. Estos dioses estaban supuestos a cuidar de estas naciones y a tornarlas nuevamente a Dios. En Génesis 11 vemos el pecado de la Torre de Babel. La Torre de Babel es un pecado de idolatría; es una rebeldía abierta del hombre por adorar a otros dioses. Toda falsa religión y organizaciones secretas tienen su origen en la Torre de Babel. Como resultado de este pecado, Dios confunde los lenguajes. En Génesis 12 Dios comienza una nueva nación con el llamamiento de Abraham. Moisés describe este acontecimiento diciendo,
cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones, cuando dividió a toda la humanidad y fijó las fronteras a los pueblos según el número de los hijos de Dios. 9 Pero la parte del Señor es su pueblo, la porción de su herencia es Jacob: 10 lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del desierto; lo envolvió en sus brazos y lo protegió, lo cuidó como a la niña de sus ojos; 11 como un águila que revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a emprender el vuelo, así el Señor extendió sus alas, lo tomó y lo llevó sobre sus plumas. 12 Sólo el Señor lo guiaba; ningún dios extraño tuvo que ir con él. Deuteronomio 32:8-12 La Palabra (Hispanoamericana)
Este es el divorcio de Dios sobre el resto del mundo que se corrompió y adoró a otros dioses. El problema es que, no tan solo estas naciones traicionaron a Dios, los dioses que se suponen que velaran por ellas, también traicionaron a Dios. El Salmo 82 nos cuenta esta historia con la oración de Asaf,
Dios se alza en la asamblea divina,
entre los dioses imparte justicia.
2 “¿Hasta cuándo juzgarán injustamente
y serán favorables a los malos? [ Pausa]
3 Hagan justicia al huérfano y al pobre,
defiendan al humilde y al necesitado,
4 pongan a salvo al desvalido y al pobre,
¡líbrenlos de las garras del malvado!”.
5 Pero no entienden, no comprenden,
en medio de la oscuridad deambulan.
¡Que tiemblen los cimientos de la tierra!
Hermanos, Asaf describe la condición del mundo. Si miramos de cerca, estos son los mismos problemas que tenemos hoy día: injusticia, favorecimiento a los impíos, injusticia en contra de los huérfanos y del pobre. Asaf le pide a Jehová que lo libre de las garras del malvado. Recordemos que el dios de este mundo es Satanás (2 Corintios 4:4). Por eso es por lo que el salmista también dice que “…no entiende, no comprenden…” están segados por el diablo. Mas el diablo, que no es omnipresente, tiene dioses demoniacos regados por todo el mundo. Entonces Jehová responded de la siguiente manera:
6 Y yo dije: “Ustedes son dioses,
hijos del Altísimo son todos,
7 pero van a morir como humanos,
caerán como un príncipe cualquiera.”
Hermanos, quiero que sepan que esos dioses que se adoran alrededor del mundo, son inferiores a Dios; mas son reales. Por su traición les espera el juicio de Dios. El Salmista termina su oración diciendo
8 ¡Ponte, oh Dios, en acción y juzga a la tierra porque todas las naciones son tuyas! La Palabra (Hispanoamericana) Pero la traición en contra de Dios no terminó ahí tampoco.
Continúa…