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Quienes Somos, Nuestra Misión y Nuestro Modus Operandi 

(Todos los versos utilizados son de la versión Reina Valera Actualizada – 2015)

La Iglesia No Es Ni Un Edificio, Ni Una Denominación

—¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

14 Ellos dijeron:

—Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o uno de los profetas.

15 Les dijo:

—Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?

16 Respondió Simón Pedro y dijo:

—¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!

17 Entonces Jesús respondió y le dijo:

—Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Mateo 16:13-19

La Iglesia no es edificada o fundamentada sobre Pedro; Pedro fue un hombre imperfecto, así como nosotros, mas la Iglesia es edificada y fundamentada sobre la revelación de Pedro que le fue dada por el Padre: ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente! Jesucristo no es simplemente uno que fue ungido; es el Ungido. Jesucristo no fue simplemente un hombre bueno, o un simple profeta o Maestro; Jesucristo es el Hijo del Dios viviente. Entonces es apropiado ahora que nos preguntemos ¿Qué es la Iglesia?

Es la palabra griega ekklēsía; que significa, “Los llamados, llamados a reunirse o congregarse en un lugar especifico. La Iglesia requiere que se unan en lugares específicos.”[1] En otras palabras no hay Iglesia sino no nos reunimos; ya que si no nos reunimos no podemos experimentar la confraternización de la familia de Cristo. La Iglesia no se puede hacer solo.

La pregunta apropiada es ¿en dónde estamos llamados a reunirnos? Romanos 16:1-3 nos da la respuesta a esta pregunta. Este es uno de los muchos ejemplos que se encuentran en las Escrituras concerniente a este tema,

Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia que está en Cencrea, para que la reciban en el Señor como es digno de los santos, y que la ayuden en cualquier cosa que sea necesaria; porque ella ha ayudado a muchos, incluso a mí mismo.

Saluden a Priscila y a Aquilas, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron sus cuellos por mi vida, y a quienes estoy agradecido, no solo yo sino también todas las iglesias de los gentiles. Saluden también a la iglesia de su casa.

No había nombres especiales para estas Iglesia. En la Biblia vemos que se mencionaban los dueños de las casas o las ciudades de donde eran estas iglesias. No había contratos ni constituciones, ni excepciones de parte del gobierno, ni denominaciones. Todo lo contrario, el cristianismo era prohibido por el Imperio Romano. Muchos cristianos dieron sus vidas por su fe. Lo que sí vemos son discípulos de Cristo compartiendo sus vidas juntos en familia. 

No hay ningún tipo de evidencia Bíblica de que ni Jesucristo, ni sus discípulos construyeron edificios y le llamaron Iglesia.  Vemos a Jesús hablando en la Sinagogas, pero estas eran misiones evangelistas que luego los apóstoles también adaptaron. En la Biblia vemos a Jesús hablando con individuos, lo vemos hablándole a los discípulos y a las masas, ¡pero nunca en su edificio… nunca! 

Los primeros edificios que se construyeron con el propósito de llevar a cabo servicios se construyeron más de 200 años después de Cristo. Una ves más, puedo dedicar meses y años estudiando los edificios llamados iglesias más viejos, pero nuestro punto de referencia es la Biblia. En la Biblia tampoco vemos denominaciones, vemos que Cristo nos llamó simplemente discípulos; no presbiterianos, ni pentecostales, ni católicos, etc.[2]

Por los primeros 300 años de nuestra historia sufrimos mucha persecución. Ya desde el libro de Hechos vemos dicha persecución. De hecho, todos los apóstoles originales, con la excepción de Juan, fueron asesinados.[3] Esto no nos debe tomar de sorpresa, en Juan 16:33 Jesús nos dice, “Les he hablado de estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero ¡tengan valor; yo he vencido al mundo!”El cristiano sufrió, sufre y sufrirá hasta que venga Cristo;  mas la promesa de Cristo en cuanto a la Iglesia fue establecida por siempre; la Iglesia NUNCA fracasará:  

Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Mateo 16:18

Continúa…


[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).

[2] Mateo 28:19-20

[3] https://masfe.org/temas/para-meditar/muerte-doce-apostoles/

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