Quienes Somos, Nuestra Misión y Nuestro Modus Operandi 

(Todos los versos utilizados son de la versión Reina Valera Actualizada – 2015)

Radio, Televisión, las redes Sociales y la Promoción de la Iglesia

La iglesia no es un local ni un edificio, ni un lugar al cual vamos. La Iglesia somos nosotros. Lamentablemente, el Emperador Romano Constantino, institucionalizó la Iglesia. Ahora registran los nombres de la Iglesias con el estado para hacerla oficial. Ahora la establecen sin fines de lucros para no tener que pagar impuestos. 

Hoy día se saca dinero del presupuesto de la Iglesia para promoverla. Pregunto ¿por qué? Dios nos dio una responsabilidad evangélica: predicar el evangelio. Tenemos que recordar que, al final de cuentas, es Dios y solo Dios quien añade a la Iglesia, Hechos 2:47 nos dice, “alabando a Dios y teniendo el favor de todo el pueblo. Y el Señor añadía diariamente a su número los que habían de ser salvos.” El problema es que nos hemos conformado con membresías, mas Dios añade a la Iglesia los que son verdaderamente parte de la Iglesia, los que son salvos.

Hay otros que tienen más finanzas y promueven sus Iglesias locales en la radio y en la televisión. Pregunto, ¿por qué? En Mateo 7:6 nos dice Cristo, “No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen.” Hermanos, si el mensaje que predicas no es censurado por las redes sociales, ¿Qué predicas? ¿Qué enseñas? Debido a sus ambiciones deshonestas y su deseo por más dinero, más miembros, edificios más grandes y más influencia, comprometen el evangelio.

El evangelio es personal. Para hacer discípulos tenemos que ir, tenemos que salir de nuestras zonas confortables y traerlos, no ha un edificio, sino a nuestras vidas. Hermanos, la Iglesia es simplemente una familia. Dime, ¿Necesitas todas esas cosas que mencioné en el párrafo anterior para solidificar tu propia familia? 

Hoy día vemos a los pastores preocupados con fondos para edificios, para comprarse aviones, que si pagar por este espacio en la televisión y este otro espacio en la radio, buscando “Likes” en las redes sociales, etc. Todo esto nos ha distraído de nuestra esencia… somos simplemente una familia. Por eso es por lo que era sencillo el reunirse todos los días. Hechos 5:42 nos dice, 

Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y anunciar la buena noticia de que Jesús es el Cristo.

Con el tiempo los cristianos ya no podían reunirse en las sinagogas. Con el tiempo el cristianismo ya no podía esconderse detrás del Judaísmo. Por 300 años el cristianismo encuentra su identidad de la forma en que ninguna otra religión del mundo la había encontrado; sin edificios, sin monumentos y  con sencillez de corazón. En Hechos 2:46 también leemos, 

Ellos perseveraban unánimes en el templo día tras día, y partiendo el pan casa por casa, participaban de la comida con alegría y con sencillez de corazón, 

Esa palabra sencillez es la Palabra Griega aphelótēs; que significa “Con puras intenciones sin duplicidad. Esta palabra es antónima de hipocresía.”^[1] Una de las acusaciones más frecuentes en contra de nosotros los cristianos es que somos hipócritas. Mas cuando abrimos las puertas de nuestros hogares los unos a los otros como familia; cuando nos bendecimos los unos a los otros con nuestros dones, de forma gratuita, como Dios nos manda, sin interés y sin ningún tipo de agenda egoísta y, con corazones sinceros, la hipocresía es totalmente evaporada. Esa es la Iglesia, la Iglesia de Cristo, tú y yo unidos en hermandad con sencillez de corazón.

Continúa…

^[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).