Mi llamado pastoral fue evidente y claro desde el principio de mi vida cristiana. Mas cuando me convertí en pastor de una congregación no pasó mucho tiempo antes de que me sintiera que estaba perdiendo mi tiempo. No me tardé mucho en ver la falta de transparencia y cómo la congregación se adaptaba a un sistema de teatro. Su forma de hablar, de caminar y de vestir cambiaba drásticamente en los servicios, pero nadie sabia lo que verdaderamente estaba pasando en sus vidas.
Estudiando las Escrituras, es muy difícil concluir que lo que hemos hecho con la Iglesia es el sistema que Dios nos dio; no tenemos que ser doctores en teología para llegar a dicha conclusión. Mas, es todo lo que sabemos y nos creemos que este concepto de “ir” a la Iglesia y reunirnos en un edificio es lo que cuenta, es lo real.
En este proceso se ha perdido mucho la manifestación de los dones espirituales; el don profético a sufrido mucho; no hay espacio para el profeta. Mas no tan solo el profeta a sufrido, pero el pastorado mismo tambien. Los pastores “exitosos” parecen hombres de negocios; parece ser que el enfoque de su trabajo es el “edificio”. El éxito se determina en el tamaño del edificio y la congregación.
El trabajo del pastor, de acuerdo con las Escrituras, es sencillo, pero difícil. Esto parece una contradicción, pero no lo es. Hebreos 13:17 nos revela el corazón del trabajo pastoral,
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Hebreos 13:17 (Reina-Valera 1960)
Como cristianos estamos llamados a respetar a todo ser humano; mas aquí la Palabra nos está llamando a obedeced y a sujetarnos a vuestros pastores. El asunto es que no porque una persona carga el título de pastor quiere decir que lo sea. Pablo nos da la pre-cualificación para semejante obediencia y sumisión, “porque ellos velan por vuestras almas.” Ahí está el trabajo del pastor, ahí está su enfoque, el pastor vela por las almas de las ovejas que Dios le ha dado.
Notemos que el enfoque del pastor es velar, cuidar, observar, preocuparse por el alma de sus ovejas. Esto no quiere decir que el pastor ignora el aspecto espiritual o físico de sus ovejas; sino que es en el alma en donde se prueba si el ser humano está cambiando o no. En otras palabras, la condición del alma refleja si la fe cristiana es una realidad interna o una religión externa que se limita a conductas especificas en específicos tiempos, espacios y lugares. Por ejemplo, el matrimonio que camina en el edificio de la Iglesia cogiditos de la mano, aparentando que llevan el matrimonio perfecto, pero en la casa se tratan de forma completamente opuesta. Este es un ejemplo de almas que no ha cambiado, sino que ha aprendido a actuar en el teatro de la vida.
La Palabra Alma es la palabra griega psuchḗ. En Génesis vemos que el alma necesita del Espíritu de Dios para tener vida (Génesis 2:7). Nuestra vida y personalidad emana del alma. En el alma está nuestro intelecto, eso quiere decir, nuestra forma de pensar. En el alma están nuestras emociones, sentimientos, pasiones, deseos y toma de decisiones.[1] Si nuestra alma no está cambiando, nosotros no estamos cambiando.
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Hebreos 13:17 (Reina-Valera 1960)
La palabra “Velan” es la Palabra Griega agrupnéō; que significa “Abstenerse del sueño. Estar pendiente, estar en alerta, estar vigilante, etc.”[2] Lógicamente esto no quiere decir que los pastores nunca duermen, esto lo que significa es que el pastor no deja de estar pendiente a sus ovejas; una vez más… ese es su enfoque. No cabe la menor duda que el pastor, no tan solo que tiene que poseer el don de enseñar la Palabra de Dios, pero también debe tener discernimiento de espíritus para separar lo que es y no es de Dios.
Esto es algo serio ya que nosotros los pastores le vamos a dar cuentas a Dios por la forma que pastoreamos o no, las almas que El puso a nuestro cargo (Hebreos 13:7). Mas este concepto del pastorado no es exclusivo ni se origina en el Nuevo Testamento, sino que se estableció desde el principio, El Profeta Jeremías nos dice,
!!Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová.
2 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová.
3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán.
4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová. Jeremías 23:1-4 (Reina-Valera 1960
Como dicen en mi país Puerto Rico, “Más claro no canta un gallo.” En este momento de mi vida, a los 53 años estoy experimentando una satisfacción en el ministerio que nunca en mi vida había experimentado. Ya no predico desde el pulpito, ya no me visto con ropa para impresionar. Soy simplemente un pastor que ofrece sus servicios de forma gratuitita, como Dios manda, sin ninguna agenda persona, de casa en casa y también individualmente. Mis finanzas no dependen del ministerio; tengo mi trabajo con el cual pago mis gastos para vivir, gracias a Dios estoy libre de deudas. Aquí estoy para servirle y, como yo, hay muchos alrededores del mundo. No estamos en la televisión, ni seremos nunca famosos, pero hemos entrado en el gozo de nuestro Señor haciendo lo que estamos llamados a hacer.
No estoy solo, mi pastor y cobertura apostólica es el Pastor Andrés Briceño Ruiz, de Yucatán, México; con el cual me reúno via Whatsup los sábados al mediodía. Conozco al pastor Briceño desde hace más de 15 años. En este momento estoy orando por un equipo de Ancianos locales que colaboren conmigo; pero apenas comenzamos recientemente. Pronto tendremos diáconos y diaconisas. El Pastor Bob Lee fue inspirado por nuestro testimonio y comenzará su Iglesia en su casa este viernes. El Pastor Bob es un hombre de mucha experiencia. El está en el estado de Oregón, nos reunimos via FaceTime los Sábados al las 10:30 AM para animarnos el uno a al otro.
Hermanos, estos son los primeros pasos del ministerio que Dios nos dio: Manantial del Valle. Como dicen mis hermanos… ¡Primero Dios!
[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).
[2] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).
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