Una de las señales obvias de los últimos tiempos va a ser la falta de compromiso en cuanto a lo que a las cosas de Dios se refiere. En Mateo 24:12 Cristo nos dice, “y por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos.” (Reina Valera Actualizada – 2015).
Los últimos tiempos serán caracterizados por estilos de vida de maldad; esto quiere decir estilos de vida con agendas dirigidas a herir. Esta maldad causará que el amor de muchos se enfríe y esto contribuirá a que muchos abandonen a Dios y a su Iglesia.
El cristiano está llamado a tener una fe sólida e inmovible. Tenemos que estar dispuestos a dar nuestras vidas por el evangelio. Tenemos que aprender a seguir a Cristo sin excusas. En Lucas 9:57-62 la Palabra nos dice,
Mientras ellos iban por el camino, cierto hombre le dijo: —¡Te seguiré a donde quiera que vayas! 58 Jesús le dijo: —Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen nidos pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Dijo a otro: —Sígueme. Pero él le dijo: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre. 60 Y Jesús le dijo: —Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú ¡ve y anuncia el reino de Dios! 61 Entonces también le dijo otro: —Te seguiré, Señor, pero primero permite que me despida de los que están en mi casa. 62 Pero Jesús le dijo: —Ninguno que ha puesto su mano en el arado y sigue mirando atrás es apto para el reino de Dios. (RVA – 2015)
- Seguir a Cristo nos saca de la zona confortable: Los versos 57 y 58 representan los que quieren seguir a Cristo por los beneficios y por conveniencia. Jesús inmediatamente les señala el precio a pagar, “Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen nidos pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.” El problema con este grupo es que tan pronto como los sacan de la zona confortable abandonan a Dios y a la Iglesia. Creo que comenzamos a ver a este grupo más claramente en estos tiempos del Coronavirus.
- La familia es importante, pero no es excusa para no seguir a Cristo y no predicar el evangelio: En los versos 59 y 60 de Lucas 9, Jesús comienza a llamar a sus discípulos, “Dijo a otro: —Sígueme. Pero él le dijo: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre. 60 Y Jesús le dijo: —Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú ¡ve y anuncia el reino de Dios!” La muerte de nuestro propio padre parece ser una buena razón para retrasar el llamado de Dios, mas Cristo no lo aceptó. En Lucas 9: 61-62 Cristo confronta la misma situación con la familia, “Entonces también le dijo otro: —Te seguiré, Señor, pero primero permite que me despida de los que están en mi casa. 62 Pero Jesús le dijo: —Ninguno que ha puesto su mano en el arado y sigue mirando atrás es apto para el reino de Dios.” Estos versos describen la urgencia de seguir a cristo y de predicar el evangelio. El apóstol Pablo también nos dice,
Pero les digo esto, hermanos, que el tiempo se ha acortado. En cuanto al tiempo que queda, los que tienen esposas sean como si no las tuvieran; 30 los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran; 31 y los que disfrutan de este mundo, como si no disfrutaran de él. Porque el orden presente de este mundo está pasando. 32 Quisiera, pues, que estuviesen libres de ansiedad. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado se preocupa de las cosas de la vida, de cómo ha de agradar a su esposa, 34 y su atención está dividida[a]. La mujer no casada, o soltera, se preocupa de las cosas del Señor, a fin de ser consagrada tanto en cuerpo como en espíritu. En cambio, la casada tiene cuidado de las cosas de la vida, de cómo ha de agradar a su esposo. 35 Esto digo para su provecho; no para ponerles restricción, sino para que vivan honestamente, atendiendo al Señor sin impedimento. (RVR – 2015)3
3. El trabajo es importante, pero no es excusa para no seguir a Cristo y no predicar el evangelio: En Mateo 16:26 Cristo nos dice “Pues, ¿de qué le sirve al hombre si gana el mundo entero y pierde su vida? ¿O qué dará el hombre en rescate por su vida?” (RVR – 2015) Con estas palabras Cristo no tan solo establece el incalculable valor de nuestras almas, pero nos anima a no perder nuestras almas por la ambición por las riquezas. En el nombre del dinero muchos sacrifican sus familias, sus llamados y, peor aún, su relación con Dios y el reino mismo. En Lucas 14:15-20 Cristo nos dice,
Al oír esto, uno de los que estaban sentados juntos a la mesa le dijo: —¡Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios! 16 Pero él le dijo: —Un hombre hizo un gran banquete e invitó a muchos. 17 A la hora del banquete envió a su siervo para decir a los invitados: “Vengan, porque ya está preparado”. 18 Pero todos a una comenzaron a disculparse. El primero dijo: “He comprado un campo y necesito salir para verlo; te ruego que me disculpes”. 19 El otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego que me disculpes”. 20 El otro dijo: “Acabo de casarme y por tanto no puedo ir”. (RVR – 2015)
Me da tristeza decir esto, pero muchos se irán al infierno porque prefirieron sus trabajos y carreras por encima de Dios. En Lucas 14:21 Jesús termina esta parábola diciendo, “Cuando volvió el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces se enojó el dueño de casa y dijo a su siervo: Ve pronto a las plazas y a las calles de la ciudad y trae acá a los pobres, a los mancos, a los ciegos y a los cojos”. (RVR – 2015)
Hermanos, el tiempo va a llegar donde la Iglesia cesará de evangelizar a la Iglesia y nos iremos a buscar a personas sin ningún tipo de experiencia en las cosas de Dios. Comenzaremos por nuestras propias familias perdidas, nuestros vecinos, compañeros de trabajo, etc. Creo que ya estamos en esos tiempos. No invitaremos a estas personas a una religión sino a entrar en una relación con Dios, a verdaderamente seguir a Cristo con pasión y a utilizar cada talento, cada habilidad y cada fibra de nuestros seres para la gloria de Dios y para el servicio de su pueblo. Hermanos, ¿Cuál es su excusa?
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