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Definiendo el Espíritu, el Alma y el Cuerpo


El ser humano está compuesto de tres elementos: espíritu, alma y cuerpo.  Algunos asumen que el alma y el espíritu son lo mismo; mas no lo son. El alma y el espíritu solo tienen una cosa en común, los dos son inmateriales. Aunque algunas traducciones de la Biblia nos pueden confundir, vemos ejemplos específicos de estos tres elementos tanto en el Viejo como en el Nuevo Testamento. 

La razón por la cual quiero hablar de este tema es porque es muy importante para que así nos podamos entendernos como seres humanos. Comencemos desde el principio, de nuestra creación,

Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente. Génesis 2:7 (Reina Valera Antigua)

Nuestro cuerpo fue formado de la tierra; creo que eso está claro; ya que podemos ver el cuerpo. Enfaticemos entonces en el espíritu y en el alma. La Palabra Soplo es la palabra hebrea nešāmāh:  que significa “…viento o espíritu. Este es el aliento vida de Dios. Este aliento es la fuente de vida.”[1]

La palabra alma es la palabra hebrea nep̱eš“Esta es la parte de nosotros en donde están nuestra mente y nuestras emociones.”[2] Notemos que el alma encuentra vida en el soplo de Dios (el espíritu) sin el soplo de Dios el alma muere. En la cruz vemos que “…Jesús, habiendo otra vez exclamado con grande voz, dió el espíritu.”  (RVA) En el Nuevo Testamento podemos también ver estos tres elementos en Tesalonicenses 5:23

Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (Reina Valera Antigua)

La palabra griega para espíritu es pneúma; que significa “Aliento, es el aliento de vida.[3]” La Palabra para alma es la palabra griega psuchḗ; como establecimos anteriormente, el alma es también inmaterial y muchas veces se confunde con el espíritu, pero son dos elementos completamente diferentes. “En el alma encontramos nuestros sentidos, nuestros deseos, pasión, etc. En el alma está nuestra mente o forma de pensar; intelecto. En el alma está nuestros sentimientos o emociones y toma de decisiones.[4]

Cada uno de estos elementos (espíritu, alma y cuerpo) tiene una condición particular. La carne no tiene esperanza, está en contra de Dios y no coopera con Dios (Gálatas 5:17). Solo podemos disciplinarla (I Corintios 9:27). 

Por otro lado, el espíritu es la parte de nosotros que nace de nuevo (Juan 3), es la parte de nosotros que coopera con Dios (Mateo 26:40-43); es de donde emana nuestra máxima expresión hacia Dios… la adoración (Juan 4). 

En el medio está el alma. El alma, o es influenciada por la carne o por el espíritu. Esa es la parte de nosotros que necesita cambio. En el Salmo 23:3 David nos dice “Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre.” (RVA) El alma tiene que ser confortada porque en ella están la emociones. El alma también tiene que ser guiada por sendas de justicia. Nuestra forma de pensar, nuestra toma de decisiones y nuestras emociones tienen que cambiar. Romanos 12:2 nos dice, 

Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (RVA)

Si no estamos cambiando y si no estamos pareciéndonos más a Cristo o, no hemos sido discipulados o, tan siquiera hemos nacido de nuevo. El alma también tiene una inmensa responsabilidad, con el alma bendecimos o alabamos a Dios. Es en el alma que nos acordamos de todos los beneficios de Dios. Salmo 103:2 nos dice, “Bendice, alma mía, á Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.” (RVA)

El enfoque de los pastores en la iglesia siempre es el velar por las almas de las ovejas; esto es velar por sus formas de pensar, su toma de decisiones y sus emociones. Hebreos 13:17 nos dice,

Obedeced á vuestros pastores, y sujetaos á ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil. (Reina Valera Antigua)

El diablo está haciendo un buen trabajo manteniendo a muchos pastores ocupados en veinte mil cosas, menos en lo que verdaderamente están llamados a hacer “velar por las almas de las ovejitas.” Es por eso por lo que hay tanta confusión, tanta falta de carácter, tanto divorcio, tanta inmadurez, tanta apatía y tanta frialdad en cuanto a lo que las cosas de Dios se refieren.

Hermanos, estamos llamados a permitirle a Dios que santifique nuestros cuerpos, nuestras almas y nuestros espíritus. Un cuerpo santificado es un cuerpo disciplinado. Un alma santificada es un alma agradecida y, un espíritu santificado es un espíritu lleno de adoración al Padre. 


[1] Warren Baker and Eugene E. Carpenter, The Complete Word Study Dictionary: Old Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2003), 758–759.

[2] Warren Baker and Eugene E. Carpenter, The Complete Word Study Dictionary: Old Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2003), 746.

[3] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).

[4] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).

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