Bendiciones Más Allá de Edificios, Recursos Financieros y Tecnología


En los Estados Unidos existe una ideología conocida como “American exceptionalism”, “esta es la idea de que los Estados Unidos es inherentemente diferente al resto de las naciones del mundo. Enseñan que los valores, sistema político e historia americana es única en el mundo. La implicación es que hay una porción de la población de los Estados Unidos que cree que tenemos el derecho a demandar el centro del escenario de poder mundial ya que vemos nuestra influencia como positiva.”[1] En otras palabras, existe un ala en la sociedad americana, específicamente, el ala conservadora del país, que cree ser mejor que todas las demás naciones. Esta enseñanza es completamente antibíblica. 

Los apóstoles originales, por ejemplo, creían que el evangelio era solo para los judíos. Ellos tenían su propia ideología de “Exceptionalism”. Mas cuando el Apóstol Pedro se dio cuenta de que Dios quería alcanzar al mundo entero dijo, “…En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,” (RVR1960) El Apóstol Pablo dice lo mismo en Romanos 2:11 “porque no hay acepción de personas para con Dios.” (RVR1960)

Lamentablemente, esta mentalidad a afectado e infectado al misionero americano. Cuando el misionero americano llega a los países latinoamericanos y a otros lugares del mundo piensan solo en dar. Esto parece positivo, pero no lo es.  Hay cierta arrogancia que muchas veces ni reconocen. No consideran que Dios no hace excepción de persona, ni de país y que estas personas y países también tiene bendiciones para darnos. En los Estados Unidos hay más recursos financieros, pero cuando se trata de las bendiciones más profundas carecemos. 

Mis viajes a Yucatán, México siempre han sido de gran bendición para mi. En este último viaje traje a mi esposa conmigo y ella experimentó dicha bendición. He aprendido a venir a estas benditas tierras listo para dar lo que tenga, pero a dejar mi orgullo a un lado y también a estar listo para recibir lo que Dios tenga para mi. No vengo a ser carga, sino a bendecir; mas mi alma y mi espíritu anhelan recibir las grandes bendiciones espirituales que este pueblo tiene para mi. Bendiciones que ni el oro, ni la plata pueden comprar y que, ni seminarios, ni universidades pueden enseñar. Estas son bendiciones pastorales, bendiciones de revelación, de dones espirituales, de sana doctrina, de adoración a Dios, de amor fraternal y de un sentido verdadero de familia. 

Mientras mi pastor Andrés Briceño Ruiz nos llevaba a mi esposa y a mi de regreso al aeropuerto Internacional de Cancún, México tuvimos muchas horas para hablar. Siempre he dicho que nuestro título correcto es discípulos. Cuando nos vemos como discípulos nos vemos como estudiantes; lo que quiere decir que no debe ser sorpresa el que aprendamos cosas nuevas. Después de todo, Primera de Corintios 13 nos dice que sabemos en parte. Durante este viaje el Pastor Andrés me enseñó asuntos doctrinales que tornaron ciertas doctrinas en mi vida patadas arriba. Lo que me ensenó no era leche, sino pura carne. Como siempre le digo al pastor Andrés de forma jocosa, “pura carne de caballo.” Estas verdades bíblicas me impactaron a mi personalmente, ya están impactando a mi esposa y, próximamente impactarán el ministerio que Dios nos ha dado en Arizona. 

Recibí sabiduría, estrategias y mucho más. De eso escribiré en los próximos días. En este viaje fui ordenado como ministro. Esta es mi tercera ordenación; pero fue la más especial de todas. Esa es la bendición que va más allá de edificios, recursos financieros y tecnología. 


[1] https://en.wikipedia.org/wiki/American_exceptionalism


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