
Compañerismo con la Familia de Cristo
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:24-25 (RVR1960)
La palabra Congregarnos es la palabra griega episunagōgḗ que significa “el acto de estar juntos en un mismo lugar. Esto no significa en la asamblea o en un servicio religiosos, pero el estar unidos en un mismo lugar de forma frecuente como forma de costumbre.”[1] Como siempre digo, la Iglesia es una familia. Una familia se reúne, disfrutan los unos de los otros, comen juntos etc. Parece ser que a muchos cristianos se les ha olvidado lo que se siente estar en familia. En el caso de las familias en Cristo, la gran diferencia es que Cristo está al centro de nuestras confraternizaciones.
Esta reunión fraternal está claramente descrita en Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” (RVR1960) Estas reuniones producen un estímulo al amor y a las buenas obras; este estímulo nos ayuda a mantenernos animados, aún en momentos difíciles. De hecho, una de las grandes ventajas del compañerismo genuino y verdadero de los santos es que nos ayuda a sobreponer las dificultades de la vida. La expresión “cuanto veis que aquel día se acerca” nos avisa del día malo que se avecina, las malas temporadas, las malas noticias, etc. En esos momentos nos necesitamos los unos a los otros para seguir estimulándonos en amor y en buenas obras.
Continúa…
[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).
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