En Apocalipsis 20:15 el Apóstol Juan nos dice, “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” (Reina Velera 1960) Después de la Biblia no hay otro libro más importante que este, el famoso libro de la vida. Es una lista compuesta, no de los que siguieron a Dios a su manera, no de los pertenecientes a las denominaciones pentecostales, a los católicos, a los presbiterianos o a las más de 45,000 denominaciones alrededor del mundo. Ese libro es de los escogidos de Dios para salvación. Aquellos que Dios llamó a creer, a arrepentimiento y a hacer Su voluntad. 

La Biblia nos habla de otro libro en donde está escrito todo lo que hemos hecho y lo que estamos por hacer. Desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. Desde nuestra obediencia hasta nuestra rebelión. Desde la santidad hasta el pecado. Desde nuestras buenas obras hasta nuestra iniquidad. Lo secreto, lo profundo de nuestros pensamientos, lo que decimos, lo que sentimos aún los motivos de nuestras acciones y palabras… todo está escrito. Nada toma a Dios de sorpresa. El Salmo 139:16 nos dice, 

Mi embrión vio tus ojos,

Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas

Que fueron luego formadas,

Sin faltar una de ellas. (Reina Velera 1960)

Cuando éramos un feto en el vientre de nuestra madre ya Dios nos conocía y el capítulo de nuestras vidas ya estaba redactado. Tengo 53 años y espero vivir una vida completa. Mas me pregunto ¿qué estará escrito en ese libro sobre mi? ¿Qué lograré o que no? ¿Qué me estaré proponiendo hacer que esté completamente fuera de la voluntad de Dios? ¿Estaré perdiendo el tiempo anhelando cosas que no son para mi? 

Te preguntarás, entonces ¿para qué vivir? ¿Para qué afanarse? Hermanos, este conocimiento es muy profundo para nosotros; nuestros cerebros no pueden alcanzar a entender semejante misterio. Mas nuestra seguridad está en mantener nuestra relación intima con Dios, orar, alabarle, adorarle, estudiar su Palabra y escuchar su voz. Tenemos que confiar en Dios y saber que sus planes para nosotros son buenos porque El es un Dios bueno. Jeremías nos dice,

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11 (RVR1960)

Hermanos, somos nosotros los que nos alejamos de el; tenemos que entonar nuestra voluntad a la canción de su voluntad. En Mateo 7:21 Cristo nos dice, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (RVR1960) 

Hermanos, seamos obedientes y confiemos que, en cada página escrita sobre nuestras vidas, en cada desvío, cada pecado y cada error la sangre de Cristo limpia nuestra asquerosa y bochornosa historia.  No tomamos la sangre de Cristo como ocasión o excusa para perdernos más en el pecado, mas como inspiración para amar a Dios y demostrar nuestro amor haciendo lo que nos toca. Cristo nos dice, “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15 (RVR1960) 

Sabemos que no somos perfectos, pero Dios nos ha dado poder para ser más que vencedores. Romanos 8:37 nos dice, “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (RVR1960) Pablo le añade a esta preciosa esperanza al decirnos, 

por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 2 Pedro 1:4 (RVR1960)

Si le perteneces a Cristo, tu nombre está añadido al libro de la vida. Si le perteneces a Cristo El te ha dado una naturaleza divina; esto quiere decir, que aún en nuestra imperfección y batallas, tenemos la habilidad de obedecer a Dios y ser más que vencedores. Le pido a Dios que le demos gloria con el libro de nuestras vidas. Le pido a Dios que no desperdiciemos tan grande bendición y que no dejemos que la corrupción de nuestro libre albedrío robe la tierra prometida de nuestros destinos.