
Hoy es un día muy especial para mi; se cumplen 12 años del ministerio de la escritura que me ha dado Dios. Este ha sido el ministerio más consistente que he tenido en mi vida. Desde que Cristo salvó mi alma he servido como Diacono, he tenido el privilegio de servir como pastor de jóvenes adultos, he dirigido varios ministerios de artes marciales, ministerios de cárceles, director de ministerio de hombres, Anciano, director de alabanza, pastor y. otros. Todas estas experiencias han sido significativas; pero el tiempo ha testificado que es a través de la escritura que Dios se está glorificando más en términos de ministerio.
El problema cuando uno es joven en las cosas de Dios es que hay otros que te ponen un sello encima. Otros determinan lo que debes ser: grabar música que se oiga a través del mundo, llamado a ser profeta, llamado a ser pastor y, mi favorita, llamado a ser utilizado por Dios tremendamente o, Dios tiene un llamado especial para ti. Se pasa uno corriendo detrás de esas profecías y experimenta frustración y hasta nos sentimos desechados por Dios.
¡Lo cierto es que todos somos especiales delante de Dios y, todos tenemos llamado de Dios… TODOS! Lo precioso del pasar del tiempo y, de envejecer, es que podemos mirar atrás y ver las huellas de Dios en el camino de nuestras vidas. Sí, hay veces que nos desviamos, sí hay veces que caímos, pero al final de cuentas, cuando se tiene un corazón para Dios, el hace su voluntad en nuestras vidas. Filipenses 2:13 nos dice, “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Reina Valera 1960)
Dios ha puesto en mi, durante estos 12 años, escribir más de 1,500 artículos, con algunos videos, también con enfoque cristo-céntrico. Ha otros les ha tocado otros ministerios, a mi me ha tocado escribir. Sí estoy llamado a pastorear, sí hay un don profético en mi, si soy un maestro de la Palabra; sí soy cantante, pero al final de cuentas, aún desde muy pequeño, Dios me preparó para escribir. Hoy, a los 54 años, puedo ver con más claridad el llamado de Dios en mi vida y, le doy las gracias a mi Señor porque se ha placido en usarme de esta manera.
Leave a Reply