
¿Será posible la libertad? ¿Podré algún día ser libre de la glotonería, de mi vida sedentaria, de la ansiedad, de la depresión, de la pornografía, de la envidia o la falta de perdón? La respuesta es sí. El mandato es que presentemos nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo, irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. I Tesalonicenses 5:23 (RVR1960)
La palabra irreprensible es la palabra griega amémptōs; que significa, “sin falta.”[1] ¿Usted cree que Dios nos va a mandar a hacer algo que no es posible? En nosotros mismos, con nuestras propias fuerzas no podemos; pero con Dios sí podemos. La equivocación de muchos está en que, aunque todo es obra de Dios, nos pensamos que El no demanda nada departe de nosotros. Esta forma de pensar le da rienda suelta a la carne. Nos creemos que tenemos que esperar a que se nos vayan los deseos malos o, que desaparezcan las tentaciones, mas eso no es así. Mientras estemos en este mundo y, en estos cuerpos, las batallas internas no terminan. La carne quiere someterse a la mala dieta, no quiere ejercitarse, es atraída por la fornicación, etc. Gálatas 5:19-21 nos dice específicamente lo que desea la carne,
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución,
20 Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Reina-Valera Antigua)
El punto central que quiero presentarle en esta serie es que podemos tener victoria sobre el pecado; pero tenemos que entender que Dios demanda que sometamos nuestra voluntad a la suya y, que practiquemos disciplina. Lamentablemente, el cristiano en general no es conocido por su disciplina. El musulmán, el hinduista, el budista, los practicantes de yoga y otros sí son reconocidos por su disciplina en la oración o meditación y en su dieta. Aunque no estés de acuerdo con su doctrina o religión, en disciplina nos ganan, y por mucho. Esto no debería ser así hermanos, el Apóstol Pablo nos habla de disciplina cuando nos dice,
Por eso yo corro así, no como a la ventura; peleo así, no como quien golpea al aire. 27 Más bien, pongo mi cuerpo bajo disciplina y lo hago obedecer; no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo venga a ser descalificado. I Corintios 9:26-27 (RVA-2015)
Hermanos, esto no es legalismo, esto es Biblia. Nuestro enemigo interior número uno es nuestra propia carne la cual se opone, como establecimos anteriormente, al Espíritu y a nuestras propias almas (Gálatas 5:17 / I Pedro 2:11). La disciplina se manifiesta para controlar y poner bajo sumisión a nuestros cuerpos. La disciplina emana del alma, ya que en ella está nuestra voluntad o toma de decisiones. Recordemos que el espíritu de la persona que ha nacido de nuevo está dispuesto a seguir a Dios; la debilidad está en la carne. Cristo nos dice, “Velen y oren, para que no entren en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil.” Mateo 26:41 (RVA-2015).
Tomando en cuenta estas realidades en cuanto a la insistencia de los demonios de entrar nuevamente en nuestros cuerpos (Mateo 12:43-45) y la debilidad y rebeldía de la carne, tenemos entonces que cambiar nuestra mentalidad escudriñando más profundamente las Escrituras. De aquí fluyen los 7 fundamentos de la libertad. En el momento que abandonamos estos fundamentos solo nos quedan horrendas caídas emocionales, espirituales y morales.
- La Oración
Nuestra relación con Dios es el fundamento de todo lo demás. Sin una relación con Dios es imposible experimentar la libertad. Esta relación es, primeramente, privada, solo tú a solas con Dios y, luego, con nuestros hermanos. La oración nos da la fortaleza para resistir las tentaciones que todos sufriremos en esta vida. En Mateo 26:41 Cristo nos dice, “Velen y oren, para que no entren en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil.” (RVA-2015)
2. La Reprensión de Demonios
Si no crees en demonios, no crees en la Biblia. Hay quienes son influenciados por demonios. Hay quienes están atados por demonios en ciertas áreas de sus vidas y, existen aquellos que están completamente poseídos por demonios.
Hay quienes son víctimas de los demonios; hay otros que son partícipes de sus agendas demoniaca; estos aquellos cuyas vidas están totalmente entregadas a la maldad. El cristiano no puede ser totalmente poseído por demonios, mas el cristiano puede ser influenciado y, hasta sufrir ataduras en ciertas áreas de sus vidas. Es por eso por lo que la reprensión de demonios es esencial y céntrica en la vida del cristiano.
Quizás en tus adentros argumentas lo que acabo de decir; mas te invito a que seas sincero contigo mismo y mires esas áreas en tu vida que quisieras superar, pero no has podido durante todos estos años. Te invito a que mires lo que haces en tu lugar secreto. Sabes que es pecado; lo reconoces; mas sigues tropezando con la misma piedra. Lucas 9:1 nos dice, “Reuniendo a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades.” (RVA-2015) ¿Qué es lo que te tiene atado? Eso es exactamente lo que tenemos que reprender en el nombre de Jesús.
Continúa…
[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).