
V. Comunión con la Familia de Cristo
Una vez más, no puedo desarrollar este subtítulo sin dedicarle algunas líneas a la mala estructura de la iglesia. Muchos creen que ese compañerismo se lleva a cabo en los servicios de los domingos y miércoles. Si eso es todo lo que haces, no estás en compañerismo con la familia de Cristo; estás simplemente apoyando sistemas de hombres. Te dirás que estas palabras son fuertes; pero el Apóstol Juan me da la razón cuando nos dice, “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.” I Juan 1:7 (RVA-2015)
Una de las evidencias de que somos cristianos es que andamos en la luz y el andar en la luz se manifiesta mediante la comunión con nuestros hermanos en Cristo. Esta comunión activa la sangre de Cristo. Esto es fácil y práctico de entender; cuando andamos en pecado lo menos que queremos es estar en comunión con los hermanitos de la Iglesia; ya que su presencia nos da convicción de pecado y, si amamos el pecado más que a Dios, amaremos las tinieblas más que la luz, por lo que nuestra comunión será con el mundo.
La Palabra comunión no los dice todo, es la palabra griega koinōnía; que significa “Comunión con participación.”[1] Aunque hay un gobierno, aunque hay maestros, pastores, etc. Nuestra comunión no es un monólogo, donde solo un hombre despliega su gran conocimiento bíblico. Las cosas se hacen en orden y con respeto; pero hay preguntas, hay comentarios, hay libertad para profetizar, hay libertad para enseñar, hay libertad para el fluir de la sabiduría, para la palabra de conocimiento, etc. Pablo nos confirma este concepto bíblico cuando nos dice,
¿Qué significa esto, hermanos? Que cuando se reúnen, cada uno de ustedes tiene un salmo, o una enseñanza, o una revelación o una lengua, o una interpretación. Todo se haga para la edificación. I Corintios 14:26 (RVA-2015)
Para este tipo de participación se requieren grupos más pequeños, no mega Iglesias y, para este tipo de participación se requiere que todos tengan una relación con Dios. Los que no tienen una relación con Dios no tendrán nada que aportar y si aportan algo lo más seguro que será algo no bíblico; en estos casos se traerá corrección en el asunto. No debemos tener miedo de corregir. Lógicamente traemos la corrección con amor. Si el hermano o hermana que recibe la corrección ama a Dios, se quedará y aprenderá, si es una orgullosa u orgullosos no aguantará y se irá tal y como vino.
Lamentablemente, son muy pocos en el Cuerpo de Cristo que están dispuestos a tener este tipo de comunión. Una vez más, esto no es complicado. En el mundo no teníamos ningún problema pasando tiempo con nuestros amigotes; era fácil. Hablábamos estupideces, nos reíamos, nos alegrábamos y buscábamos la forma de pasar más tiempo juntos. Mas, ¿qué pasa cuando nos convertimos en cristianos? La experiencia de muchos es que pierden a los amigos del mundo y nunca experimentan ese tipo de conexión en la iglesia. Toda gira alrededor de un edificio y de actividades en ese edificio. No tenemos una verdadera comunión los unos con los otros; no somos familia, ni somos amigos; pasamos a ser miembros de un club. En nuestros cumpleaños y los momentos especiales de la familia, celebraciones, etc. a los menos que invitamos es a los hermanitos de la iglesia. Muchos “van a la Iglesia”, pero su comunión es con el mundo.
Hermanos, esta comunión nos prepara para los tiempos malos y nos ayuda a mantenernos animados. Hebreos 10:25 nos dice “No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca.” Esa exhortación se encuentra en nuestra comunión. La palabra exhortación es la palabra griega parakaléō que significa “Llamar; ayudar, confortar, animar, implorar con fuerza.”[2]
Covid-19 no afectó a la Iglesia, Covid-19 expuso nuestra falta de comunión y amor los unos por los otros. Muchos se quedaron cómodamente en las casas y no extrañaron a los hermanitos de la Iglesia. ¿Por qué? Por que no podemos extrañar personas con las cuales no tenemos una verdadera relación. Covid-19 también expuso la falta de amor de muchas familias que sumisamente dejaron que los gobiernos los separara. Con la excusa de Covid el gobierno cerró trabajos y escuelas y enajenaron a los seres humanos.
Sueño con hermanos y hermanas que verdaderamente compartan juntos. Que vayan a caminar juntos y, mientras caminas hablan de Dios y sus grandezas. Que se ejerciten juntos, que vayan a pescar juntos, etc. todo con Cristo en el centro. Esa es la Iglesia; no es un día específico, ni una hora específica, ni un edificio especifico. Cristo nos dijo, “Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Mateo 18:20 (RVA-2015) ¡Esa es la Iglesia!
Continúa…
[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).
[2] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).
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