
VII. Cuidado Pastoral
El mundo ofrece ideas; dicen tener soluciones, poro al final de cuentas es un sistema secular que hace todo lo posible por omitir a Dios. Dios le ha dado terapistas al mundo, pero el Cuerpo de Cristo ha sido bendecido con pastores. Cuando los pastores no operan como deben, el pueblo sufre innecesaria aflicción. Zacarías 10:2 nos dice, “Pero los ídolos domésticos prometen en vano. Los adivinos ven mentiras y refieren sueños falsos; vano es su consuelo. Por eso el pueblo vaga como ovejas; fue afligido por falta de pastor.” (RVA-2015)
Lamentablemente, muchos pastores limitan sus responsabilidades a dos estudios bíblicos a la semana, funerales y bodas. Los que tienen iglesias grandes se convierten en hombres de negocios ya que para mantener dichos edificios cuesta mucho dinero. Se mantienen ocupados en veinte mil asuntos, menos en los que verdaderamente son llamados a hacer. Afortunadamente no tenemos que echar nuestra responsabilidad como pastores a la suerte; la Biblia nos guía perfectamente. Hebreos 13:17 nos dice,
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. (RVR1960)
La responsabilidad número uno del pastor es velar por las almas de sus ovejas. El alma del ser humano está compuesta de la mente (la forma de pensar), la voluntad (toma de decisiones) y nuestras emociones. Ultimadamente, Dios es nuestro pastor, pero El nos ha dado pastores en esta tierra. Jeremías 3:15 nos dice, “y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.” (RVR1960) Quiere decir que Dios nos da pastores que, 1) nos guían de acuerdo con Su corazón, 2) con ciencia o sabiduría y, 3) con inteligencia o conocimiento. Sin estos tres elementos estas descalificado como pastor. El Apóstol Pedro se une a la discusión al decirnos,
Apacienten el rebaño de Dios que está a su cargo, cuidándolo no por la fuerza sino de buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas sino de corazón; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a su cargo sino como ejemplos para el rebaño. I Pedro 5:2-3 (RVA-2015)
Pedro nos da el corazón del pastor: 1) No hacemos esto por obligación, sino de buena voluntad, ya que estamos respondiendo al llamado de Dios. 2) No hacemos esto por dinero. 3) No pretendemos controlar a las ovejas y, 4) siempre cuidando ser un buen ejemplo para los que Dios nos ha dado a pastorear.
Hermanos, es imposible pastorear desde el púlpito; como pastores tenemos que seguir el modelo del Nuevo Testamento en cuanto a la estructura de la Iglesia. Tenemos que estar cerca de las ovejas para saber como piensan, las decisiones que están tomando y como están emocionalmente. Este es un trabajo que parece sencillo, pero es intenso. Como pastores tenemos que siempre recordarnos que le vamos a dar cuentas a Dios.
Así cerramos esta serie con broche de oro, agradecidos por los pastores que Dios ha puesto en nuestras vidas; es un fundamento esencial, como todos los demás, para el mantenimiento de nuestra libertad.
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