El periódico “The New York Times” reportó esta semana que en Puerto Rico se han cometido 525 asesinatos en lo que va de año. Parece ser, que si seguimos así, este año del 2011 se pudiera convertir en el año más violento en la historia de nuestra isla.
Para que tengamos una idea de lo grave que son estas estadísticas, en la ciudad de Nueva York, la cual tiene casi el doble de la población en comparación con Puerto Rico, se han registrado alrededor de 200 asesinatos en lo que va de año. Hermanos, sin duda que estamos en una gran crisis en nuestra querida Isla del Encanto, la cual parece que se ha convertido en La Isla del Espanto.
Aunque ya llevo veinte años por acá en los Estados Unidos y aunque quiera desconectarme emocionalmente de mi patria, lo cierto es que no he podido. Soy Puertorriqueño, me siento orgulloso de ser Puertorriqueño y agradecido de que me crié en dicho país. En Puerto Rico tengo mis amigos de la infancia, en Puerto Rico estudie desde la escuela elemental hasta La Universidad Interamericana de San Germán y en fin; sería imposible el tratar de arrancar mi amor por dicha isla. Estas estadísticas me duelen y me causan mucha tristeza. En vista a dicha horrenda ola de criminalidad en Puerto Rico fui provocado en mi espíritu a escribir estas palabras. Entonces comencé a pensar en nuestro nombre indígena y en su significado. En el proceso de este pequeño estudio encontré un interesante significado.
Puerto Rico es sin duda un lugar proféticamente especial. Esta pequeña isla fue utilizada por Dios para evangelizar prácticamente a toda Latinoamérica. Somos, sin duda un pueblo apasionado; mas el enfoque de nuestra pasión se está desviando.
Hace unos días me interesé en escudriñar el significado del nombre indígena de nuestra querida isla de Puerto Rico. El nombre original dado por los Indios Tainos para nuestra isla fue Borikén. Es de esta palabra que sacamos la palabra Boricua. La palabra Borikén significa: “La gran tierra del dios valiente y noble.” Aunque sabemos que nuestros indígenas no le servían al Dios verdadero, sino que creían en diversos dioses; me llamó la atención el significado de nuestro nombre indígena. Creo absolutamente, que no es una coincidencia que ese fuera el nombre original que Dios permitiera para nuestra querida tierra.
Nuestra esperanza está en Cristo. Somos un pueblo bendecido por Dios y tenemos que regresar a nuestro propósito santo. Somos un pueblo valiente; ¿Sabes tú de la reputación de nuestros soldados? ¿Sabes tú que una isla tan pequeña como Puerto Rico es tercera en Campeones Mundiales en la historia del boxeo? Definitivamente que la valentía del Puertorriqueño es incuestionable.
Mas también somos un pueblo noble. La palabra Noble es una palabra que no puede ser ignorada y es muy significativa en el proceso de entender quienes somos proféticamente como Puertorriqueños. La Palabra Noble de acuerdo a http://www.wordreference.com/definicion/noble significa: “De ilustre linaje. Honrado, generoso, sincero, leal. Fiel, no traicionero. Destacado o sobresaliente por su valor o por su calidad. Que no reacciona con otras y permanece inalterable, como el oro y el platino.”
¿Entonces quienes somos como puertorriqueños? Sabemos que étnicamente somos producto del Español, el Indio Taino y el Africano; mas quienes somos en Cristo va más allá de nuestra etnicidad. Hermanos, somos un pueblo valiente, somos un pueblo de ilustre linaje, somos un pueblo generoso y sincero, somos un pueblo fiel y no traicionero, somos un pueblo sobresaliente aún cuando nuestra tierra es tan pequeña, somos un pueblo de valor y mucha calidad.
La última parte de la definición que he escogido para la palabra Noble me da el puntillazo final para este artículo:
“Que no reacciona con otras y permanece inalterable, como el oro y el platino.”
Aún con la influencia Americana, Puerto Rico ha mantenido su cultura (Su lenguaje y tradiciones) Recordemos que aproximadamente dos años después de que los Estados Unidos tomara posesión de Puerto Rico de manos de los Españoles lo primero que hicieron fue establecer El Departamento de Educación Pública. Suena bien; mas en esta verdad hubo un intento de asesinato a nuestra cultura, ya que la educación a los puertorriqueños se les proveyó en inglés y no en español. Si matamos el lenguaje matamos la cultura; mas el puertorriqueño sobrevivió como pueblo “como el oro y el platino.”
Hermanos, cada ves que te digan Boricua dale gloria a Dios; cada ves que te digan Boricua se declara en los aires tu valentía y tu nobleza.
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