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Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, Filipenses 2:12 (RVR1960)

La palabra Salvación aquí es la palabra liberación. No dejemos que la sana doctrina se pierda en traducciones. Nadie tiene que trabajar por la salvación de su alma; Efesios 2:8-9 nos dice, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (RVR1960) 

La salvación es por gracia, es un regalo de Dios; es por eso por lo que nadie puede glorificarse de su salvación, en otras palabras, nadie puede tomar crédito. Nosotros no escogimos a Dios; el nos escogió a nosotros. En Juan 15:16 Jesús les dice a sus discípulos,

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. (RVR1960)

No tan solo Cristo establece que nos escoge, pero nos revela en estas palabras nuestro llamado, que va por encima de todo llamado… el dar fruto de carácter en nuestras vidas. ¡Oh, gloria a tu Santo Nombre Jesús… enséñanos y a ayúdanos! Te preguntarás, ¿pero será posible que yo cambie? ¿Será posible que yo deje esta o, esta otra adicción? Quizás te sientes que lo has tratado todo mas siempre terminas en las mismas y, aún peores ataduras. En Juan 8:34-36 Cristo nos dice,

…De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:34-36 (Reina-Valera 1960)

La Palabra Pecado no se trata de fallar al blanco, sino de alejarse de la verdad; es andar en error.[1] Cuando hablamos de Libertad en este verso, no tan solo estamos hablando de el estar libres del castigo del pecado como resultado del sacrificio de Cristo, sino del resultado esperado en nuestros caracteres por dicho sacrificio. En otras palabras, Dios no tan solo nos salva, mas provee también la habilidad para que tengamos victoria sobre el pecado en nuestro diario caminar. Dios nos ha proveído el poder para no andar en ataduras de ninguna clase.

Debo establecer que, todo cristiano tiene una batalla interna; ya que sabemos que la carne batalla en contra del Espíritu de Dios dentro de nosotros (Gálatas 5:17) y, en contra de nuestras propias almas (I Peter 2:11). Tenemos que establecer que también sufriremos tentaciones; mas el cristiano está llamado a andar en victoria. ¿Cómo podemos andar en victoria con estas batallas internas tan severas? Si estoy llamado a ser libre, ¿Por qué sigo con este problema de pornografía, de depresión, de ansiedad…? Aquí quiero hablarte con sinceridad; estas preguntas me las hice yo mismo, ya que aún después de cristiano y, aún de ser ministro y, hasta pastor, tenia ataduras en mi lugar secreto. Lo que te voy a enseñar trabaja, no es un artículo o estudio bíblico más, porque lo he experimentado personalmente.

Continúa…


[1] Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000).

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